Cap 2: Mis nuevos amigos... Y otros.

Dejé a Jacob en donde me dijo y me dirigí hacia mi nueva escuela. Cuando llegué todos se nos quedaron viendo a mi hermanos y a mi. Probablemente habíamos perdido tiempo en la mañana y habíamos faltado a algunas clases, pero no era razón para que nos miraran así. Ni siquiera deberían saber quiénes somos... Aunque este pueblo es muy pequeño, probablemente se haya corrido el rumor. Un chico le hizo un cumplido a mi camioneta, pero detecté el sarcasmo en el aire. Ni siquiera en Forks era aceptable esa camioneta.

Rae se separó de mi apenas bajó del auto. Él se había negado a vernir aquí a vivir con Charlie cuando se lo propuse, pero ahora parecía muy entusiasmado por estar aquí. Tal vez solo era ese instinto sociable que no entendía, aunque yo sabía que a él le daba curiosidad los humanos.

No me tomó mucho tiempo averiguar donde era mi primera clase. De camino al salón me aburrí de ver a los humanos felices en su mentira personal e hice que a un chico se le abriera el casillero frente a su cara se golpeara contra el. Debí recordarme a mí misma que estaba ahí por voluntad propia. Me aburrían los humanos más de lo normal hoy, pero no era razón para dejar la magia al descubierto.

XY1: ¡Hola! Tu eres Isabella ¿No?
Yo: Solo Bella.
XY1: Soy Eric, los ojos y oídos de este lugar. Si necesitas algo: indicaciones, consejos, un compañero para el baile... Avísame.
Yo: Claro, como digas.
Eric: Yo dirijo el periódico escolar y saldrás en la primera plana.
Yo: ¿Qué? No, gracias. No me gusta llamar la atención.
Eric: Tranquila, si no quieres no hay reportaje. Aunque tengo la sospecha de que a tu hermano si le gustaría, lo vi muy animado hace un momento.
Yo: Si, Rae es siempre muy alegre.

Todo fue peor en clase de gimnasia. Nos pusieron a jugar volleyball y yo no sé jugar muy bien, además de que no se me dan los deportes de humanos en general. Golpeé a un chico con la pelota en uno de mis remates y fui hasta él...

Yo: Lo siento, les dije que no me dejaran jugar.
XY2: No, no te preocupes... Isabella ¿No?
Yo: Bella.
¿Todo el mundo me llamaría por mi nombre completo?
XY3: Soy Mike.

XX1: Remata muy bien ¿Verdad? ¡Hola! Soy Jessica.
Yo: Soy Bella
Jess: Eres de Arizona... ¿Verdad?
Yo: ¿Ah?... Oh, si.
Jess: ¿No se supone que la gente de Arizona está... bronceada?
Yo: Si... supongo que mi sangre albina no está permitida allá.
¨O tal vez sea mi sangre de hechicera la que no se permite aquí¨ dije para mis adentros.
Jess y mike echaron a reir.
Mike: ¡Qué graciosa!
Jess: Si... Nos vemos luego ¿Si?
Yo: Si.

No hace falta decir que no soy la persona más animosa en una conversación, pero estos humanos eran... raros. Muy alegres. ¿Acaso les gustaba estar atrapados en este pueblo verde alienígena, donde todo lo que debería ser de un color cálido estaba cubierto de verde? Plantas y musgo por doquier... ¿O acaso su felicidad se debía a un efecto secundario de la negación? Lo más probable es que estén acostumbrados, tal vez no conocían nada mejor.

En el almuerzo, Jessica estaba hablando con Eric en una de las mesas que había en el comedor. Llegué y Mike echó un poco la silla hacia atrás para que me sentara.

Eric: ¡Mike! ya conociste a mi amiga Bella...
Mike: ah, tu... "amiga" ¿no?
Eric: si, si mi "amiga".
¿Acaso no se dan cuenta de que estoy aquí?
En ese momento llega Tyler, amigo de Mike quien me lo presentó, y me besa en la mejilla.
Tyler: Mi chica.
Se llevó la silla en donde estaba sentado Mike y este se calló. Luego empezó a perseguir a Tyler por toda la cafetería... ¿Así sería siempre? ¿Sería la mascota de estos humanos? Esto parecía un circo.
XX2: ¡Sonríe!
Dijo antes de tomarme una foto.
XX2: Lo siento, necesito unas buenas fotos para el periódico escolar.
Eric: No habrá reportaje Ángela, ya no lo menciones.
Dijo mientras agarraba su bandeja, molesto, y se iba.
Ang: Está bien, escribiremos otro reportaje... En cuanto se me ocurra algo.
Yo: Podrías hablar sobre... Desordenes alimenticios o de los rellenos de los trajes de baño...
Ang: ¡Esa es una buena idea!
Sabía que temas de ese estilo serían importantes para los humanos.

Estaba revolviendo mi almuerzo con el tenedor cuando entraron unos chicos... Diferentes. Tenían la piel pálida, ojos de un bello color amarillo miel y estaban vestidos muy a la moda, se veían geniales.

Yo: ¿Quiénes son ellos?
Jess: Son los Cullen, hijos adoptivos del Dr. Cullen. Él y su esposa, junto con sus hijos, se mudaron de Alaska hace un año.

Primero entró una pareja. La chica era alta, esbelta y su cabello era de un brillante color rubio; y el chico era grande, fortachón y de corto cabello castaño.

Jess: Ella es Rosalie y el grandote de ahí es emmett, son pareja... Eso es muy extraño.
Ang: Jessica, ellos no son parientes.
Jess: Si, pero viven juntos... ¿Quién adopta a una pareja de adolescentes? Se convierten en hermanos, es casi un incesto.
Ang: Claro que no, no lo es en lo absoluto.
Jess: Igual es raro.

Hice caso omiso de su pequeña conversación. La chica de la siguiente pareja era pequeña, de cabello corto, castaño y rizado en las puntas y el chico era más alto, de cabello rubio rizado y corto y tenía una expresión rara en el rostro, como si estuviera sufriendo.

Jess: Ella es Alice y el chico rubio que parece estar sufriendo es Jasper.

Así que no era la única que lo había notado. Todos se movían con gracia y elegancia, como si fueran modelos, en especial esa chica llamada Alice, que parecía una bailarina o un pequeño pajarito.

Yo: ¿Y quién es él?

El último entró sin pareja. Un chico alto, guapo, de cabello castaño dorado (casi color cobre) que veía a todas las personas y se reía por alguna razón. Él era grácil, pero no como Alice, sino como un puma.

Jess: Él es Edward Cullen. Es guapísmo y está soltero, pero nadie parece ser suficiente para él... Lástima.
Ang: Si... Lástima.
Me quedé mirando la "mesa de los Cullen", quienes no comían nada aunque tuvieran llenas sus bandejas.
Jess: No pierdas tu tiempo con él.
Ang: Si, no te ofendas pero no creo que te haga caso. No le hace caso a ninguna.
Yo: No iba a hacerlo de todos modos.

¿Cuáles eran las probabilidades de que un chico como él se fijara en alguien como yo?... ¿Y por qué estaba pensando en eso? Era guapo, eso sin duda, pero si era así de solitario como parecía, y tan callado como decían... ¿No sería como un Charlie 2.0? Me reí ante la idea de que Edward Cullen pudiera parecerse a mi padre. Definitivamente era todo lo contrario. Más que eso, tenía un aire misterioso. Miró a mi dirección por un minuto, parecía que podía explotarme la cabeza si quería. ¿Cuál era su problema? No le había hecho nada, ¿Y ya me odiaba con solo verme? Por alguna razón no me molestaba del todo. Sentía que debía conocerlo. Quería conocerlo. Quería conocer cada uno de los secretos de Edward Cullen.

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