Cap 7: ¿Cuál es el mayor problema: humanos-ratas o vampiros?

Desperté con el sol pegándome en la cara. Me vestí y me peiné, recogí mis cosas y cuando bajé a la cocina comprobé que, efectivamente, Rae aún no había salido de su cuarto. Cuando entré a su habitación estaba medio despierto, no esperé para contarle todo lo que Jacob me había dicho.

Rae: ¿Un vampiro? ¿Estás segura?
Yo: Totalmente.
Rae: Eso no es posible, no hay vampiros en esta dimensión.
Yo: ¿Crees que Jacob me mentiría, Rae?
Rae: No, honestamente no, pero....
Yo: ¿Qué hacemos?
Rae: Averigua más con Jessica, tengo entendido que es una total chismosa. Si hay algo fuera de lo normal con los Cullen, ella debería saberlo.
Yo: Suena lógico...
Rae: Bien, haz una lista con las pistas que tengas y veremos si encajan.

Esa lista la había empezado hace tiempo, pero no estaba de más comprobar otra vez los hechos. En la escuela era un día soleado, muy bonito, así que almorzamos afuera. Mike y Eric estaban en el gimnasio, así que me senté con Jessica y me quedé como idiota buscando a los Cullen con la mirada, al parecer no fui muy discreta.

Jess: No están aquí.
Yo: ¿A qué te refieres?
Jess: Cuando hace sol, los Cullen desaparecen.
Yo: ¿Por qué? 
Bella 2-0 Edward
Jess: El Dr. Cullen se los lleva a acampar, intenté eso con mis padres y no funcionó.

Ángela llegó saltando y con una enorme sonrisa en su rostro. Ella siempre está alegre, pero esta vez lo estaba aún más.

Áng: ¡Chicas! Voy al baile con Eric.
Yo: ¡Qué bien, Ángela!
Jess:  Te felicito... Mike aún no me ha respondido
Áng: De seguro lo hará pronto, a veces se te queda mirando, de seguro le gustas.
Yo no estaría muy segura de eso...
Jess: ¿Tu crees? Espero que si... Debería tener un plan B. Bella, ¿tu hermano está disponible? Es muy guapo...
¿Es en serio? Mike es tan reemplazable para ella como ella lo es para él... Tal vez si hagan buena pareja.
Yo: No creo, de seguro va a ir con Natasha.
Jess: ¿Natasha Tennyson? ¡Es gorda!
Áng: Claro que no, tiene una figura muy bonita, además es muy amable e inteligente. Creo que es la presidenta del club de química.
Jess: Me da igual... Bueno, hay que ir a Port Angeles antes de que se acaben los mejores vestidos.
Yo: ¿A Port Angeles?, ¿puedo ir?
Ahí estaba la librería que quería visitar.
Áng: Claro, Bella. Quiero tu opinión.

Llegó el sábado. Rae salió a plena hora de la mañana, cuando Charlie aún dormía. Extrañaba esa época en que podía pasar más tiempo con mi hermano, pero estaba feliz de que se hubiera enamorado. Fui con Jessica y Ángela a Port Ángeles y las observé ponerse y cambiarse un montón de vestidos. 

Jess: Me gusta este, resalta mis piernas...
Áng: Si, ¿te gusta este, Bella?
Yo: Está lindo.
Era el sexto vestido que se probaban.
Jess: Eso dijiste de los otros.
Yo: Todos me gustaron.
Jess: ¿Es verdad que irás al baile de fin de cursos con Tyler?
Yo: ¿Qué? No, para nada...
Jess: Él le está diciendo eso a todos.
Yo: ¿Qué?
Agh... Estaba cansada de ese chiquillo humano. De seguro se siente culpable por casi arrollarme con su furgoneta. ¿Estaríamos a mano si hiciera lo mismo? No tendría por que ser malo, solo pasarle cerca con mi pickup... Tal vez un poco más que cerca. "Oh lo siento, Tyler... Vi un gato en la carretera e intenté esquivarlo. No vi que estabas ahí...". Mmm... No, no creo que sea tan creíble.
Áng: Te dije que no era cierto. Bella... Esto no te interesa, ¿cierto? 
Yo: En realidad solo quería ir a una librería... ¿Nos vemos para cenar?
Áng: Perfecto, ¿sabes dónde queda el restaurante?
Yo: Ajá...

Seguí a pie la dirección que conseguí en internet hasta llegar a la librería, estaba relativamente lejos del restaurante. Pedí el libro que buscaba, lo pagué y me apresuré a alcanzar a las chicas donde habíamos quedado.

Tuve una visión mientras caminaba de regreso: estaba en un callejón, cuando me di cuenta de que unos hombres me seguían. Saqué mi varita de mi chaqueta para defenderme, lancé el hechizo "convertus animalia", pero no vi en qué animal los convertí. Me fui de ahí y caminé hacia donde creía que estaba el restaurante en el que había quedado encontrarme con Jessica y Ángela. Y entonces, me di cuenta de que estaba en un callejón, igual que el de mi visión. Di media vuelta, pero los vi siguiéndome, los mismos hombres de mi visión. Caminé hasta salir del callejón, le hice caso a mi don y saqué mi varita de la chaqueta y lancé el hechizo hacia los hombres que se me acercaban antes e que estos pudieran hacer o decir algo.

Yo: ¡CONVERTUS ANIMALIA!

Los convertí en ratones (o ratas, mejor dicho), parecía lógico que los hubiera cerca de los contenedores de basura. Los humanos no sospecharían nada, nadie me había visto. Estaba casi segura de que esto contaba como agresión hacia humanos, muy mal visto en mi dimensión, pero no tuve alternativa. Guardé mi varita, me aseguré de que, realmente, nadie me había visto y me fui de ahí. Llegué a una calle transitada y me di cuenta de que estaba perdida. Un Volvo plateado salió del montón de autos que había en la calle, derrapó hasta detenerse frente a mi y se abrió la puerta del copiloto.

Edward: ¡Súbete!
Yo: Eh...
¿Cómo me había encontrado?
Edward: ¡Ahora!
Yo: Está bien... 

Me subí al auto y él condujo a unos 210 Km/hr.

Ed: ¡¿Podrías explicarme qué fue eso?!
Yo: ¿Qué cosa?
Ed: No te hagas la tonta, convertiste a esos hombres en ratas.
¿Cómo me había visto? Ahora si estaba metida en un lío...
Yo: Eso no es posible.
¿Por qué se me hace tan difícil mentirle?
Ed: Te vi hacerlo.
Yo: Eh... Ponte el cinturón.
Su risa impregnó todo el auto.
Ed: Póntelo tu mejor.
No se veía bien, parecía trastornado. La impresión de verme usar magia había sido demasiado... Tal vez si fuera humano, después de todo.
Yo: ¿Estás bien?
Ed: No.
Estuvimos un rato sin hablar y estaba empezando a preocuparme.
Ed: ¿Bella?
¿Que significaba ese escalofrío que recorrió mi cuerpo cuando dijo mi nombre?
Yo: ¿Si?
Ed: ¿Estás bien?
Yo: Si.
¿En serio le preocupaba yo? ¿No me veía en perfectas condiciones?
Ed: Distráeme, por favor.
Bella: No entiendo...
Ed: Háblame de cualquier cosa hasta que controle mi genio.
Bella: Bueno... Mañana atropellaré a Tyler al final de clases.
Ed: ¿Por qué?
Bella: Aparentemente le está diciendo a todos que me llevará al baile de fin de cursos. Supongo que se siente culpable por casi matarme con su auto. Si está paralítico de la cintura para abajo (o si mejor le destrozo la furgoneta) no podrá ir al baile en absoluto.
Ed: Había escuchado ese rumor.
Dijo escondiendo una sonrisa.
Yo: ¿Ah, si? Genial...
Ed: Escogiste un tema excelente.
Dijo esta vez sonriendo y mi corazón dio un brinco en mi pecho.
Yo: Debo ir a ver a Jessica y Ángela.
Ed: Si, allí te llevo.

No le costó trabajo encotrar el restaurante. Tardé un tiempo en caer en cuenta de que no le dije cuál era ni dónde estaba.

Yo: ¿cómo supiste dónde...?
Vi que se ponía tenso, pero no me dio tiempo de analizar su reacción porque llegaron Jessica y Ángela. Me bajé del auto para saludarlas.

Yo: Hola chicas.
Áng: ¿Dónde estabas? Te dejamos mensajes...
Jess: Te esperamos, pero teníamos hambre así que...
Edward se nos había unido.
Edward: Buenas noches, chicas. Perdón por entretener a Bella, nos encontramos por casualidad y...
Aparentemente había superado su actitud de hace un rato. Eso o era muy buen actor.
Jess: No, no te preocupes... Nosotras entendemos eso... Eso pasa...
Áng: Si, claro.
De alguna manera, Edward las intimidaba, pero eso parecía gustarles... No entendía por qué eso me molestaba tanto.
Jess: Bueno, nos vamos, ¿no?
Yo: Si...
Edward: Eh... Quiero asegurarme de que Bella coma algo. Después la llevaré a su casa, no se preocupen.

Me molestaba su actitud sobreprotectora, yo estaba totalmente bien. Si él supiera todo a lo que he tenido que enfrentarme le daría un ataque. Las chicas se fueron hablando entre cuchicheos y Edward y yo entramos al restaurante. Pedí unos raviolis de setas, la carne de esta dimensión nunca me había gustado.

Mesera: ¿Seguro de que no quieres nada, guapo?
Era ya la tercera vez que le preguntaba eso, me enojaba de una manera que no había experimentado antes. La forma en que movía sus pestañas, como agarraba su pelo, su voz aterciopelada...
Edward: No, no gracias.
Dijo sin mirarla, solo me miraba a mí. Sorprendentemente ese hecho me dio ganas de sonreír.
Mesera: Bueno, si quieres algo más... Avísame.


Edward no parecía darse cuenta del doble sentido de sus palabras. ¿Por qué me sentía tan feliz de estar cenando con él? Ojalá Rae esté en casa cuando llegue, tengo más cosas para hablar con él que la naturaleza no humana de Edward. A decir verdad... Esto es muy extraño, algunas no encajan con que Edward sea un vampiro. Hay cosas que no son de la naturaleza... De un vampiro.

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